Me levanto por la mañana con una sonrisa en mi rostro. Salto de la cama. ¡Ya me alegro por este nuevo día, es que voy a trabajar! ¿Qué?
Sí.., porque no lo siento como trabajo en absoluto y me gusta mucho. Efectivamente, mi trabajo me llena, me brota el entusiasmo por hacerlo bien, tengo grandes colegas y además, la retribución es excelente.
Sí, tengo un trabajo ideal. Y sé que tengo mucha suerte. Desafortunadamente, la realidad es muy diferente para la mayoría de las personas, en especial para un gran número de mujeres. Si no estoy contenta en mi trabajo, me costaría mucho más ser feliz en mi vida en general.
Es así: pasamos más tiempo en el trabajo que con nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros amigos o la familia. Por lo general, al menos 8 horas al día incluidos traslados. A veces más. Eso es más de la mitad de nuestra vida despierta. Y..., como mujer es casi imposible dedicar mucho tiempo a tus grandes aficiones, para compensar la insatisfacción laboral. El trabajo es importante para tu felicidad y satisfacción de vida. Tu tiempo de trabajo debe ser más que un simple intercambio de "tiempo y rendimiento por dinero". Debería ser significativo, te de hacer sentido y, en el mejor de los casos, incluso debe ser divertido. ¡Sí, eso sería perfecto!
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